martes, 17 de mayo de 2011

UKE , el gran amigo

Ese gran desconocido y muchas veces maltratado, cuya labor es más importante de lo que parece. 
En sentido estricto de la palabra, uke significa "el que recibe", por lo tanto, dentro de nuestro ámbito, es aquel el cual recepciona nuestras técnicas. 
Eso es así en los primeros años de la práctica, cuando la técnica nos supera y nuestros patrones motores no fluyen en armonía por la falta de conocimiento y repetición; es decir, no estamos cómodos realizando un ikkyo. 
Una vez que ya dominamos los desplazamientos, ukemis y el kihon en general (trabajo de base), y un par de movimientos técnicos, el concepto de uke debe ser desplazado por el de aite. Aite ya es un concepto más amplio, es un adversario, es decir, no se va a dejar hacer. 

 

Esto nos lleva a otro concepto curioso que los ukes y aites no llevan bien, el dejar hacer. 
Cuando alguien, más concretamente un practicante de Aikido, está aprendiendo, suele pasar por unas fases, en una de las cuales el trabajo es más lento. En esa fase, el compañero debe ser uke, debe recibir la técnica, no oponerse a ella, ya que eso solo dificultará el aprendizaje del compañero. 
Está muy extendida la creencia de que no permitir el trabajo es beneficioso, y eso es falso. Cuando no permitimos el trabajo a un compañero que se encuentra en una fase temprana de aprendizaje, y puede ser hasta shodan, solo le creamos desidia y odio. 
Otra cosa es cuando ya hay cierto nivel y el trabajo se vuelve serio, esto es, no se dificulta el ataque sino que si no se hace bien, el aite no se deja hacer. 
Todos conocemos el típico uke que no se deja. Es así, el pobre chico se obceca y no permite trabajar. Este uke cuenta con la ventaja de saber que técnica se ejecuta y por lo tanto donde ponerse rígido. Pues bien, esto sucede por que site/tori es una bellísima persona, porque en el transcurso de la técnica, nague podría dar tres atemis y dejar a ese uke en el suelo, cosa que no se hace por que somos muy buenitos todos. 

 

Por contra, existe el uke de aire, aquel que tras un ínfimo contacto, cae al suelo del tatami, desplomado como saco de patatas. Este tampoco ayuda al aprendizaje, pues no permite sentir el trabajo, ni la correcta ejecución de las técnicas. 
Resumiendo, existen tres tipos de uke; aquél que no se deja hacer las técnicas y no es consciente que no ayuda, y sobre todo, que aunque el profesor diga ikkyo, un nikkyo o cualquiera otra están perfectamente justificadas, por no hablar de los atemis. 
Otro uke, que ante cualquier contacto, corre al suelo, intentando convencernos que la fuerza es intensa en nosotros, y el tercer tipo de uke, que es aite, que se adapta a nosotros, a nuestro nivel, permite el trabajo y no se deja. 


"Sin olvidarnos de aquel otro tipo de uke: el filósofo, que empieza a hablar y a explicar las mil y una forma de moverte con tal de que no le hagas la tecnica (no se vaya a hacer daño) todos conocemos a alguno...."  

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo Fran, gracias. Ya tengo mono:) el martes que viene espero hacerte del 3ºtipo de uke:) un beso a todos, Carina

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  2. Aspiramos a hacer mejores Aite, algún día lo conseguiremos jeje, gracias Carina

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