Cuando un ciego se despedía de su amigo,
éste le dio una lámpara.
“Yo no preciso de la lámpara, pues para mí, claridad u oscuridad no tienen diferencia” -dijo el ciego.
“Conozco al respecto, pero si no la lleva, tal vez otras personas tropiecen con usted” -dijo su amigo.
-"Está bien"
Luego de caminar en la oscuridad tropezó con otra persona....
-“¡Huy!”-dijo el ciego.
-“¡Hay!” -dijo la persona chocada por el ciego en la oscuridad.
-“¿Usted no vio esta lámpara?” -dijo enojado el ciego.
-“¡Amigo! Su lámpara estaba apagada”
Una persona que va detrás de las ideas de los otros sin objetarlas,
y hasta quiere pasar estas ideas a otras personas, aún estando errada,
acaba comportándose como el ciego que no consigue percibir que la luz se apagó.
Fuente: Aikido para compartir
éste le dio una lámpara.
“Yo no preciso de la lámpara, pues para mí, claridad u oscuridad no tienen diferencia” -dijo el ciego.
“Conozco al respecto, pero si no la lleva, tal vez otras personas tropiecen con usted” -dijo su amigo.
-"Está bien"
Luego de caminar en la oscuridad tropezó con otra persona....
-“¡Huy!”-dijo el ciego.
-“¡Hay!” -dijo la persona chocada por el ciego en la oscuridad.
-“¿Usted no vio esta lámpara?” -dijo enojado el ciego.
-“¡Amigo! Su lámpara estaba apagada”
Una persona que va detrás de las ideas de los otros sin objetarlas,
y hasta quiere pasar estas ideas a otras personas, aún estando errada,
acaba comportándose como el ciego que no consigue percibir que la luz se apagó.
Fuente: Aikido para compartir
Muy sabio..
ResponderEliminarGenial. Gracias.
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